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Saturday, June 9, 2012

Teléfono

(versión en coreano 못난이의 도전 33)

Llevando más de ocho años en Chile, todavía tengo miedo de la comunicación telefónica.
Cuando me llaman por teléfono por promociones de productos bancarios, nuevo carrier de llamada internacional, donaciones... etc, son tan amables. Pero cuando les llamo por una solicitud y/o una queja, apenas se dan cuenta de mi acento extranjero, no me entienden. Aún cuando estoy muy segura de lo que me dicen y lo que les digo, me dicen, “Bueno, Sra. Won (además acortan mi nombre), no la entiendo.”, “Estimada cliente, Ud. no me entiende.” Y por supuesto, me quedo desanimada.

Hace un tiempo pensaba que me cobraban demasiado por el Internet, pero por el miedo y la molestia del teléfono, no hice nada. Y sabiendo que hay un servicio adicional para tener wifi en la casa, tampoco me atreví a solicitar el servicio. Un día una amiga (chilena) vino a mi casa y entonces le conté. Apenas me escuchó, mi amiga llamó por el teléfono a la empresa y reclamó. “Es casi un robo. Les solicito resolver el problema lo más pronto posible.” Allí supe que seguía usando el viejo sistema, y que ya no existía y la empresa no me había avisado el cambio (o no caché según ellos), sin embargo no se acababa mi tontería.

 Ese fin de semana el técnico vino y resolvió el problema, y al día siguiente la empresa me llamó y me dijo: “Su situación está arreglada. El nuevo producto ya está.” Al mes siguiente, pude ahorrar casi 20.000 pesos.

 Fue todo tan fácil.

(traducción por la autora y la revisión de español, Paulina Valenzuela, alumna UC)

Blog in Spanish ¿En qué idioma están hablando?

2 comments:

Unknown said...

Yo hace poco sufrí algo así, sintiéndome extranjero en mi propio suelo: intentamos conseguirnos el Centro de Ciencia y Cultura ruso para el lanzamiento de nuestro libro. Nos recibió una señora de mediana edad, chilena, quien sin escuchar ni saber en qué consistía el proyecto, nos puso de patitas en la calle. Ni yo ni mi esposa, nacida en la Unión Soviética, nos rendimos. Contactamos a una profesora del centro cultural, y ella a su vez nos puso en contacto con el agregado cultural. Éste hombre se mostró encantado con nuestra iniciativa y nos facilitó las instalaciones. La mujer chilena que no nos consideró resultó ser una auxiliar de aseo.
Yo también puedo decir lo mismo: fue todo tan fácil.

Wonjung Min 민원정 said...

¿Cierto? jajajajaja

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